ELCHE. En febrero de 2020 el equipo de gobierno anunciaba su intención de regularizar empresas de alquiler de vehículos que están en las inmediaciones del Aeropuerto Alicante-Elche en suelo no urbanizable. Un año después, desde el Ayuntamiento ya está en exposición pública el documento con el análisis de la situación a partir del cual se pueden plantear alternativas o soluciones. Además, desde el bipartito se pretende agilizar esta regulación evitando que tengan que solicitar la Declaración de Interés Comunitario (DIC) que establece la ley de minimización.

20 años en situación irregular

Esta problemática ha ido proliferando desde 2003, principalmente con empresas o particulares que regentan compañías de alquiler de vehículos sin conductor, aunque también alguna actividad accesoria para servicios del aeropuerto. Una anomalía para la que las 55 compañías tienen en algunos casos licencia provisional y que ahora desde el Ayuntamiento se quiere ordenar urbanísticamente para normalizar la situación tras prácticamente 20 años. La alternativa propuesta por los técnicos es la delimitación de una zona concreta en la que se permitan estas actividades minimizando el impacto ambiental e intentando que no entorpezca posibles futuras infraestructuras como la hipotética segunda pista de aterrizaje.

Como objetivo del plan se quiere detener la expansión incontrolada de estas ocupaciones, establecer la red de servicio adecuada para la zona y adoptar las medidas correctoras correspondientes para evitar el mayor impacto ambiental posible. Además, se permitirán actividades terciarias en la zona. Y por último y no menos importante, la regularización de estos usos mediante este Plan Especial evitará que se tenga que solicitar la DIC, como establece ahora la normativa de minimización ambiental aprobada a finales de la pasada legislatura del Consell en la Lotup para regularizar las empresas en suelo no urbanizable. Un proceso al que ya se han sumado empresas de distintas pedanías.

Algunas han intentado conseguir el permiso, otras se han instalado directamente y hasta ahora el Ayuntamiento no había actuado, consciente por otra parte de que son servicios necesarios para el aeropuerto, aparcamientos de corta y larga estancia. Pero pone de relieve que se han incumplido los requisitos que establece para ello el Plan General, como indica el propio documento de consulta pública. En una Junta de Gobierno de marzo de 2003 se aprobó otorgar licencias provisionales de 6 meses con condicionantes relativos a las parcelas, que fueran de al menos 5.000 m2, porcentaje destinado a aparcamiento o arbolado, o trámites como solicitar permiso ministerial a Aviación Civil.

El impacto y los problemas que ha supuesto en el entorno

Es un conflicto enquistado desde hace años ya que el Plan General no permite su instalación en el suelo donde están ubicadas, pero la realidad es que a lo largo del tiempo se han venido ejerciendo dichas actividades, “que prestan un servicio necesario para el normal funcionamiento del aeropuerto, que tienen unas instalaciones totalmente consolidadas y cuyo cierre supondría unas consecuencias negativas a nivel económico y social”, relata el informe, que también apunta que el crecimiento incontrolado está generando un impacto negativo sobre el entorno. 

Muchas de las actividades se desarrollan sin título habilitante y su distribución en el territorio ha sido totalmente desordenada, lo que conlleva un acceso a estas 55 parcelas por viarios cuya urbanización es precaria. Algunas incluso en fincas con viviendas unifamiliares aisladas, lo que puede dar lugar a problemas de convivencia entre ambos usos. Para más INRI, algunas se encuentran lindando con terreno forestal y otras en zona de peligrosidad geomórfica. 

Sea como fuere, la nueva zona delimitada a la que se tendrán que adscribir se tendrá que habilitar teniendo en cuenta futuras infraestructuras, como la segunda pista contemplada en la Propuesta de Revisión del Plan Director del aeropuerto —ahora en fase de evaluación ambiental—, con el proyecto de construcción del acceso al Aeropuerto de la duplicación de calzada de la N-338 que se encuentra en ejecución y con el ramal ferroviario de la conocida como Variante Torrellano

Las soluciones prevista se reflejarán en el Documento Inicial Estratégico que establecen estas actuaciones urbanísticas. Y se tendrá que modificar el Plan General para que este suelo pase a ser zona urbanística de suelo no urbanizable en la que se permitan las actividades de alquiler de vehículos y aparcamiento de corta y larga estancia existentes, minimizando el impacto ambiental que están produciendo en el territorio.

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